LA EXPANSIÓN ULTRAMARINA Y LA FORMACIÓN
DE UNA ECONOMÍA-MUNDO
Europa occidental salió de la crisis con la del comercio mundial en los siglos
siguientes, a partir de fines del siglo
XV y el siglo XVI, que culminó con la incorporación de los nuevos
territorios descubiertos de América, África, Asia y Oceanía al mercado europeo,
comenzando a formarse así una economía-mundo. Este fue uno de los mayores
cambios en la historia de la humanidad. Hasta ese entonces, grandes regiones
del mundo no estaban en contacto entre sí.
Los portugueses fueron los primeros en aventurarse
por el Atlántico a partir de 1415. Se apoderaron de las islas Madeira y las
Azores. Luego avanzaron hacia el sur costeando el África y estas primeras
exploraciones los convencieron de la posibilidad de llegar a Asia por el
Atlántico. Contaron con la autorización del Papa para hacer la guerra a los
enemigos del cristianismo y tomar esclavos en África. El camino al Asia quedó
abierto en 1487, al doblar el Cabo de Buena Esperanza, y en 1498 llegaron a la
India navegando por el Océano Índico. Europa y el Lejano Oriente quedaron por
primera vez comunicados en forma directa, rompiendo con el bloqueo y la
carísima intermediación de los turcos.
A lo largo de esa ruta, establecieron puestos
comerciales (factorías) en las
costas, que eran gobernados por funcionarios militares y protegían sus
depósitos rodeándolos de fortalezas.
Así, se aseguraron el dominio del Océano Índico,
desplazando a los árabes y egipcios, y formaron un imperio que tenía un
carácter marítimo y comercial. Sus establecimientos coloniales llegaron a
instalarse a lo largo de las costas africanas y de la India, en Ceilán y
Malaca, llegando a controlar el comercio de especias.
A partir de 1557, los portugueses adquirieron a
China el establecimiento de Macao y en 1542 llegaron a Japón.
Desde 1500 comenzaron a instalarse en las costas de Brasil.
La unificación comercial del mundo había comenzado.
A partir de 1492, una vez expulsados definitivamente
los moros (musulmanes) tras ocho siglos de dominación, España comenzó su
carrera expansionista hacia el Atlántico, buscando también, al igual que
Portugal, otra ruta comercial que comunicara Europa con el Lejano Oriente
(Asia) libre del control del Imperio Turco. La llegada de Cristóbal Colón a
nuestro continente fue el primer paso de la colonización de América.
Más adelante, Gran Bretaña lleva adelante la
colonización del actual territorio de Estados Unidos, la India, y Oceanía.
Se fue formando entonces una economía-mundo en la
que todo el planeta quedó unificado como mercado.
Imperios coloniales, metrópolis y colonias.
Pero la unificación económica del mundo no se dio de
un modo simétrico, en igualdad de condiciones. Las nuevas regiones fueron
conquistadas y colonizadas por las potencias europeas, convertidas en metrópolis de los imperios coloniales.
(En un imperio
colonial, un Estado europeo impone su autoridad fuera de su propio
territorio, en regiones que pasan a
depender de su autoridad. Es decir que se convierten en colonias, pues habitantes de la metrópolis se trasladas a estos
territorios conquistados, organizando la
vida económica y la administración y control de
recursos y habitantes. Es decir, la economía de las colonias no tuvo por
objetivo el desarrollo y engrandecimiento local, sino de la metrópolis. Esto
tuvo consecuencias negativas para el futuro desarrollo latinoamericano una vez
producida la Independencia:
la existencia de naciones poderosas
(centros económicos) y el resto de los países (periferias) productores de
materias primas, metales preciosos, recursos minerales y alimentos baratos para
exportar a las economías centrales, a
los que les compran manufacturas y
tecnología; el endeudamiento externo que esta desigualdad provoca lleva a un reforzamiento de esta situación. Los préstamos a los bancos de los países centrales aumentan más aún el endeudami
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